domingo, 30 de octubre de 2011

¿Por qué?

¿Por qué me empeño en seguir con esto? No tiene ningún sentido. No voy a llegar a ningún lado.

Pero, ¿acaso eso importa? ¿La meta? ¿No será quizá el camino en sí, el mero hecho de intentarlo? Una y otra vez, a pesar de los fracasos, los reveses. Levantarse y seguir adelante, sin rendirse.

Porque, aunque todo esto no tenga ningún sentido para nadie, incluso para mí, ¿acaso ha de tenerlo? Ni siquira la vida lo tiene. ¿Quién sabe? Alguien, más adelante, podría dárselo.

Y si no, ¿qué más da? No necesito justificarme. Tan sólo necesito hacerlo; porque si no lo hago es mucho peor.

Así que lo seguiré intentando. Pues el empeño elimina el fracaso.

domingo, 16 de octubre de 2011

La larva, el albatros y los dos patitos

Os voy a contar un cuento. Es un cuento sin final, pues la historia sigue su curso.

Todo empezó hace mucho tiempo, pero la que nos interesa ocurrió hace seis o siete años. Por aquel entonces, nuestro protagonista era aún una larva. Se encontraba en estado latente, reprimiendo todo su potencial. Hasta que un día, fue maldito por una buena estrella. M. tuvo mucho que ver en ello, por supuesto. Pero no se puede achacar a una única causa todo lo que vino después.


Desde aquel momento, la alargada sombra del albatros no ha dejado de perseguirle. Y, quizá, fue también en aquel preciso instante cuando los dos patitos le tendieron la fatídica trampa de la que no ha podido escapar.

Hasta ahora.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Así

Podría hacerlo igual, pero entonces sería como tú... y no lo soy.

No soy mejor ni peor, sólo diferente. Podrás pensar que soy tonto, y otras cosas, mientras te ríes, y sigues aprovechándote. Pero no lo soy; bueno, puede que lo sea, en determinados momentos y circunstancias. Pero, ¿quién no lo es?

Y seguiré enfadándome y diciéndome una y otra vez: la próxima vez no pasará. Y volverá a pasar, una y mil veces. Porque no puedo no ser yo; para bien o para mal. Porque tengo mis principios, y no otros, gusten o no. Y esos principios me impiden hacer según que cosas.

Y aunque a veces no sepa quién soy, ni cómo soy, ni qué quiero, sé quién no soy, cómo no soy y qué no quiero.

Y yo no soy así.