Meditabundo. Callado. ¿Instrospectivo?
La boina calada y bastón en
ristre, o sentado a la mesa camilla.
Vencer el “miedo” por ir a verte.
Después, tu sonrisa disipa todas las dudas.
“Hay enfermedades que no deberían
existir”. Ojos húmedos; recuerdos, cariño, tristeza. Los hombres también
lloran. Sentir respeto, sin saber
siquiera lo que es aún.
No hay mucho más. Pocas vivencias de las que echar
mano, pero también me acuerdo de ti, abuelito Frasco.
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