martes, 9 de abril de 2013

Mi insomnio tiene nombre y apellidos

Mariposas, pétalos, suspiros.

Noches en vela,
cargadas de intenciones
que se desvanecen al alba.

Deseándo(te), imaginándo(te), soñándo(te).

Y se me pasan los días.
Queriendo verte,
pero temiéndolo también.
Porque...
quizá soy lo que menos necesitas.

No es por mí, es por ti.

 Buscándo(te), cuidándo(te), queriéndo(te).
Gritándote en silencio,
con la mirada.
Intentando articular los sentimientos.

Anhelando.
Respuestas que no importan,
preguntas que no puedo hacer...
que no me atrevo a hacer.

Asfixiado.
Por este muro de silencio,
de palabras no dichas.

Y sigo esperando. 
Que algún juez dicte la orden de acercamiento.
Un roce, un abrazo, un beso...

Pero ahora, me sobran los motivos.

Porque mi insomnio tiene nombre y apellidos.
Cables atravesados, tornillos de bruces, cabezas ausentes.
De todo esto
sólo tú eres culpable.

Y necesito que me arregles.