He estado a punto de matar a
#malditofiestero. Esta vez para siempre. Pero algo (¿alguien?) me ha devuelto
la ilusión.
Así que voy a seguir disfrutando
de cada minuto de vida que me quede como hasta ahora. Al máximo. Sin mesura.
Porque esa es la idea, el espíritu, detrás de #malditofiestero.
No voy a seguir preparando
oposiciones. No voy a malgastar mi tiempo en eso. Tampoco es que hasta ahora
haya dedicado mucho tiempo a eso. Veo manos a la cabeza, sorpresa,
incredulidad, “estás loco”,…
No quiero dedicarme toda la vida
a esto. A algo. A alguien. No es miedo al compromiso como muchos dicen.
Simplemente, tengo demasiadas inquietudes.
No quiero seguridad económica, ni
estabilidad laboral, ni de ningún tipo. No quiero monotonía.
Voy a abrazar la incertidumbre,
porque ella ha cuidado de mí hasta ahora. Y, francamente, lo ha hecho muy bien.