viernes, 26 de agosto de 2011

Pasar


La persona más feliz que conozco no se involucra emocionalmente con nada ni con nadie. Consigue pasar, aparentemente sin esfuerzo, de todo, y de todos. Es, en general, demasiado racional, creo yo. Pero, curiosamente, nunca piensa demasiado en según que cuestiones, que es precisamente lo que nos perjudica a los demás. El darle vueltas una y otra vez algo en nuestra cabecita… preguntarnos mil veces ¿por qué?... querer encontrar a toda costa una razón o justificación de algo que puede no tenerla. Porque los sentimientos y las emociones no son racionales.



Muchos intentamos comprender qué lleva a ciertas personas a hacer, o decir,  determinadas cosas, aún cuando es posible que ni siquiera esas personas lo sepan. Porque nunca nadie será capaz de conocer totalmente a otra persona; ni siquiera nunca nadie será capaz de conocerse a sí mismo del todo.

Me estoy planteando hacer lo mismo,  pasar… pero, ¿realmente merece la pena vivir así? ¿Es realmente tan feliz como yo lo veo desde fuera? Y, lo que es más importante, ¿puedo yo ser así?

No hay comentarios:

Publicar un comentario