martes, 27 de diciembre de 2011

Reflexiones platónicas

A la vista de los últimos acontecimientos, me reafirmo en pensar que "no cesará en sus desdichas el género humano hasta que el linaje de los que son rectos y verdaderamente filósofos llegue a los cargos públicos, o bien que el de los que detentan el poder en las ciudades, por algún favor divino, lleguen a filosofar de verdad." Sin embargo, el que no cree estar falto de nada no siente deseo de lo que no cree necesitar.

Pero casi estoy seguro de que con estas mis palabras me estoy granjeando enemistades, lo cual es precisamente una prueba de que digo verdad. Por otro lado, ¿a qué preocuparnos tanto de la opinión de la gente? Lo que importa es ser fiel a sí mismo, siempre que la razón no se oponga a ello.

En este y otros temas, no hago más que cambiar de opinión: unas veces pienso de una manera, otras de otra. "Pero el que yo me haya fijado tan poco en esta cuestión ( y en otras), yo y cualquier otro ignorante, no tiene nada de sorprendente. Pero que vosotros, los sabios, estéis sujetos a estas mismas variaciones, es algo que para nosotros mismos resulta horrible, pues entonces, por mucho que recurramos a vosotros, no se nos sacará de nuestras incertidumbres."

El mío, posiblemente, es un saber mediocre… Aún no puedo conocerme a mí mismo, e ignorando todavía eso, me resulta ridículo considerar lo que no me concierne.


"Teniendo como tengo conciencia de mi ignorancia, bien sé que por mí mismo no he concebido nada de esto. La única explicación es, pues, según creo, que me hayas llenado por el oído en algún manantial extranjero, como se llena un cántaro. Pero luego la pesadez de mi inteligencia me ha hecho olvidarme incluso de eso, de cómo y a quiénes lo oí."

04/08/10

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