En cierta ocasión actué en contra
de mis principios. Influido por la sociedad, por la gente que me rodeaba, por
las circunstancias que fueran, por aquel entonces dejé de ser yo mismo y empecé
a comportarme como alguien a quien no conocía.
Podría haberme ido bien, y
entonces, quizá, ahora seguiría actuando de aquella manera. Pero,
afortunadamente, me fue mal.
Desde entonces sigo esta máxima: estos son mis principios, y si no
te gustan, lo siento, no los cambio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario